Ayer fue un día dedicado al viaje de vuelta. Gracias a que he terminado tan entero que no tengo molestias de ningún tipo, puedo decir que no se hizo muy fastidiosa la espera en las estaciones y el aeropuerto. Volvimos a casi las dos de la madrugada y me contrarió no tener tiempo para escribiros la crónica y colgar fotos y vídeos. Todo esto es como un sueño y ahora que no me creo que se esté haciendo realidad es cuando hay que asentar bien los pies en el suelo y reflexionar. Esta noche prometo colgar crónica, fotos y vídeo y dedicaros algo, ¡que os lo merecéis!.
Ah, esta noche salgo a correr, aunque sean treinta minutillos, ¡que me bullen las piernas!. Eso sí, iré muy tranquilito.
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