Desoyendo los consejos de quienes me decían que descansase un poco, ayer por la noche salí al parque. Fui con el coche con el objeto de si me encontraba mal, parar e irme sin tener que volver corriendo. Pero no me sentí mal. Fui suavito, por encima de 6´15´´ y a la tercera vuelta Pepe García del Vello se unió a mi y fuimos charlando, como no, de la locura de los últimos días, con las dos maratones y el 10.000. Cuando menos me dí cuenta llevaba 42´de carrera y había hecho 7 kilómetros, así que, asombramente sin dolores me fui a casa, donde estiré todo lo que pude.
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