Tras un entreno tan casi perfecto como el del día anterior era fácil intuir que las sensaciones del siguiente no fuesen tan buenas. Así ocurrió; tocaba trote a ritmo para terminar haciendo gomas. Me fui por el camino del Bajo Peral hasta que intersecté con un camino que me llevaba a la carretera de La Solana, cruzando ésta para regresar por el camino del Peral a casa. Distancia 10,4 kms y unos 50 minutos de tiempo. No me sentí muy redondo en casi ninguna fase, aunque sin molestias, que es lo más importante.
Al llegar a casa hice un circuito corto de gomas y estiré.
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