Nada que ver con la semana anterior, en la que la luna llena permitía correr de noche casi sin foco. El lunes fue un pequeño calvario, porque con el foco no se vislumbraba bien el perfil del camino y a veces daba tumbos. Fui por la vía de servicio al Angel, luego por los cerros de alrededor para volver por el camino de la Membrilla para finalmente coger el camino que llega a la zona de la carretera del Peral, aunque antes de llegar a la misma me metí por las calles de las urbanizaciones que me llevaban a casa. Tiempo total 43 minutos y 9 kilómetros con 150 metros. Buenas sensaciones en las piernas de menos a más.
Este fue el recorrido:
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