Queda poco para el día D, y con la sensación de ir contrareloj no me puedo relajar ni lo más mínimo, por ello, estando a tan sólo unos días de mi sexta maratón, proyecté esta nueva semana sin meter un sólo descanso. El lunes era día de fisio (quién me lo iba a decir a mi hace un par de meses yo que presumía de no saber qué era un profesional de la fisioterapia), tenía cita a las 19.00 horas con Pedro y por ello tuve que poner mi entreno en el descanso del trabajo. A eso de las 14:15 y con otro día de viento, me puse en marcha a un ritmo alto para lo que suelo acostumbrar. Las piernas van bien últimamente, voy ligero y eso me alegra un montón, así que el circuito que tengo de unos 9 kilómetros, la mayoría de caminos, me lo devoré rápidamente, tan rápido que ya en su parte final decidí dar una vuelta, estilo fartlek, en el parque de la localidad. Al final me salieron 10500 metros que hice en 51 minutos. Buenas sensaciones.
Ya por la noche, el masaje de descarga que recibí en el fisio me hizo gritar como un cochinillo. Realmente no sabía que un masaje de ese tipo pudiera ser tan doloroso. Al día siguiente amanecí bastante dolorido, pero se agradece ese padecimiento en los días posteriores, cuando sientes sus efectos beneficiosos.
Aúpa¡¡¡
ResponderEliminarIr con la sensación de ligereza a estas alturas es importante, da alas de cara al día D¡¡
y lo de la visita al chapista, viene bien que de vez en cuando nos engrasen las visagras¡¡¡¡¡ y si son dolorosos, a mi por lo menos me dejan valdao hasta pasadas más de 24 horas¡¡
Sí, me quedé hecho polvo un montón de horas. Uno no sabe muy bien qué hace allí cuando se lo están dando, pero luego le encuentras sentido. Por cierto, enhorabuena por lo de Getafe y por tu cada vez mejor estado de forma. Ah, he visto que conoces a Kino que es amigo mío; precisamente ayer hicimos una tiradilla juntos.
EliminarSaludos