Han sido dos malos días por la incertidumbre que ha surgido en torno a la posibilidad o no de correr en la Maratón de Málaga. Cierto es que el lunes no me dolía apenas la pierna, pero quise dar descanso y no forzar. Hice lo propio el martes, aunque estuve tentado a salir a correr un poco.
Se puede decir que he estado convaleciente, no sólo en lo que a la lesión se refiere, sino también a nivel mental. Esta travesía por el desierto se está alargando más de lo que me hubiera gustado, y no puedo hacer otra cosa que terminarla. Lo malo, en esta vida, hay que pasarlo y quedar a la espera de momentos mejores
Ese es el espíritu Javier, circunstancias que se enlazan de malas maneras, hay que esperar y confiar, lo que ya se ha hecho, se puede repetir, y calidad te sobra. ¡Animo!.
ResponderEliminarSaludos, Emilio.