DOMINGO 6. LA CRÓNICA DE LA MEDIA MARATÓN DE ALCÁZAR DE SAN JUAN

No me cabe la menor duda de que estoy pasando por el mayor bache que me he encontrado desde que comencé a correr en serio. A la falta de tiempo se une no encontrar la forma física adecuada y unas buenas dosis de desmotivación. Supongo que es cuestión de inercia, de seguir...

Me levanté con ganas de correr, pese a todo. Tras trabajar un rato en la buhardilla, preparé el material y comprobé que mi mujer y mis hijos no vendrían, ya que la niña no se encontraba bien. Fui a Alcázar sin saber muy bien lo que estaba hacienda, es decir, sin tener claro si iba a correrla o simplemente a rodarla. En cualquiera de los dos casos intuía que la experiencia no me iba a ser muy grata

La mañana era fresca, y eso no era nada malo, así que tras charlar con la gente conocida, apenas sí calenté un rato, me eché una foto con la gente del Pozo Norte, y casi sin esperarlo me vi con Kino, de Membrilla, en la meta dispuesto a salir.

En la foto salgo con Javier Araque, que está hecho un auténtico crack y se marcó un 01:19, y con Enrique Cifuentes que está en un momento dulce y se quedó a unos pocos segundos de mi, con 01:25

En el calentamiento rodé un poco con Marisol Gijón, otra que está en un momento fabuloso, y que se quedó primera de su categoría con 01:31

Comenzó la carrera y salí con Kino, del Club de Atletismo Membrilla, sin saber muy bien dónde iba. Él se encuentra muy bien, y así se demostró. Los primeros kilómetros fueron rápidos, alguno en 03:45 y yo sabía que lo iba a pagar. Así que en el kilómetro 7, comprobando que no iba bien, le dije a Kino que tirase, que yo aflojaba un poco. En la foto veis a Javier Araque en el paso por el quinto kilómetro y después voy yo con Kino, en el mismo paso:

Al moderar un poco el ritmo, pude hacer kilómetros en torno a 4´(por arriba o por debajo) pero no mejoraron mucho mis sensaciones. De hecho, en el paso por el kilómetro 10 tuve una crisis importante, la cual se agravó en la cuesta que venía después. Mantuve el ritmo en lo que pude y pasado ese tramo me recuperé bastante. Ya no era el ritmo el que era fuerte, eran mis piernas que iban bien. Desde el 12 al 17 no fue mal del todo la cosa, cansado, pero manteniendo el ritmo, aunque éste fue decayendo ya por encima de 4´, empeorando la media.

Podéis ver los pasos entre el 10 y el 15.

Aquí en el quince

Tras de mi iban el Gallo y Rafa, que luego de demostró que están en una forma mucho mejor que la mia.

En el 17 y medio me vine abajo, quedándome sin fuerzas y lo comencé a pasar mal. Ni la cuesta abajo que había en el 18 permitió que me recuperase. El Gallo y Rafa me adelantaron como una exhalación, y con ellos un montón de gente más. Los últimos tres kilómetros costaron de más, y no digamos los últimos 300 metros, a los que llegué muy muy justo. En la imagen, se me ve llegar desfondado...

Lo mejor, la marca, que no es mala del todo teniendo en cuenta las circunstancias. Lo peor: todo lo demás