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lunes, 2 de septiembre de 2013

SÁBADO 31: ¡LO HICE! 44.300 DE UN TIRÓN

El sábado era un día importante porque tenía que llevar a cabo mi última tirada larga antes de la Madrid-Segovia. De hecho quería ser ambicioso y hacer la tirada más larga jamás hecha antes, pero también quería hacerla yendo más despacito y entrenando el hecho de andar. Preparé todo el viernes por la noche y el sábado me levanté como un niño con los zapatos nuevos. 

La ruta consistía en ir por un camino casi directo hasta la inmediaciones de San Carlos del Valle, luego coger otro camino que me alejaría más de casa bordeando una sierra, luego subiéndola hasta la zona de molinos eólicos, bajar hasta San Carlos del Valle por la parte de atrás y regresar a casa por otro paso entre la cadena de sierras, por caminos que me llevarían primero al Paraje del Peral y desde ahí a mi hogar. 44.200 metros tenían la culpa de todo.




Estas fueron mis dos primeras fotos a eso de las 07:30:

Era optimista. Luego se comprobó que no todo salió tan bien como podría pensar...


Todavía había iluminación artificial en mi calle...


Inicié mi marcha y antes de coger el primer camino, pasé por el crematorio del tanatorio viejo. Aquí tampoco me quedo aún...


Los primeros kilómetros de camino eran sobre asfalto. Bonitas fotos del sol en el horizonte.



A los tres o cuatro kilómetros de salir de casa, yendo a un ritmo muy tranquilo de alrededor de 6´30´´ el kilómetro, noté humedad en la mochila y en mi camiseta. Tuve que parar a ver, pero no noté que estuviera pinchada la bolsa, así que volví a colocarme todo y seguí. Me daban pinchazos en los tobillos y en los tendones de aquiles y era bastante molesto. Tanta tralla tiene sus inconvenientes. En cualquier caso esos pequeños brotes de tendinitis no son preocupantes. Entre estas molestias y lo de la humedad me desestabilice un poco y no fui cómodo. Ahí va una foto accidental de mi zancada..




La mañana era agradable, no muy fresquita pero sin hacer mucho calor, y afortunadamente no me iba perdiendo, siguiendo las instrucciones de mi chuleta. Llegué al kilómetro ocho y como viene siendo tradición, me comí la primera dosis de cereales. Aproximadamente por esta zona de la foto, tuve dudas por si me estaba equivocando y paré a ver la chuleta. Se me olvidó darle de nuevo al Garmin y me comí unos 250 metros que realmente hice pero no aparecen en el aparatillo.

Esta foto es de la sierra a la que iba. En el horizonte se puede ver la zona de los molinos eólicos.


La humedad de la bolsa iba a más, pero no tanto como tres semanas antes. De vez en cuando iba dando sorbos de agua para combatir la deshidratación y sin ir muy cómodo, al menos fui acumulando kilómetros. El ritmo estabilizado en 6´30´´ aproximadamente y el camino muy llanito.


Poco a poco me fui acercando a las sierras...


En el 15 me estaba aproximando a San Carlos del Valle, bueno, más bien a la carretera que lleva a esta localidad. La foto de abajo es de ese momento (quise echar una foto nítida del camino con los árboles plantados en los laterales, que me acompañaron durante más de un kilómetro).


Llegué a la carretera y enseguida tomé la carretera que lleva a El Pozo de la Serna. Por esta zona volví a comer un montón de cereales y algo de isotónica, para poder subir el puerto que me esperaba..




A los pocos metros, cogí un camino a la izquierda para bordear la sierra que me iba a tocar subir. Por aquí el ritmo fue más lento por la pendiente. Me fui acercando a la sierra como se puede apreciar..



.Esa foto es de una lagunita de un color de agua muy curioso..


Tenía que pasar muy cerca de ese molino..


En el 19 la cosa se puso muy cuesta arriba, con pendientes del 8 y 9%



y fue la parte más dura. Por esta zona sonó mi móvil, y era una llamada de tipo laboral que no podía eludir, así que la atendí y fui andando mientras.


 Tras la llamada, paré unos segundos y saqué un plátano que también me comí. Todo lo de la mochila estaba empapado, incluyendo el móvil. Por esta zona me adelantaron unos ciclistas que me miraron extrañados.


 


 La media había caído por el tema de andar y parar, pero una vez llegado arriba, la bajada fue rápida y comencé a comerle minutos al Garmin. Pronto llegué a San Carlos del Valle, como se puede comprobar en la foto de abajo.


Ya en el pueblo comí de nuevo cereales y bebía agua. Me encontraba bien, sin molestias y con ganas de hacer el resto de la ruta. Eché las fotos de rigor por la zona más bonita..

 



Y cogí el camino que me llevaba al paso entre la sierra para volver a casa. Después de un tremendo repecho en el que hice un kilómetro en casi 6´40´´, volví a bajar de forma que en el 26,4 cogía la cuesta del paso, momento en el cual eché la siguiente foto..


La cuesta me dejó un poco tocado, pero enseguida tocó bajar


La chuleta iba chorreando y a duras penas se podía leer su contenido. Ahora había una serie de bifurcaciones en las que no podía fallar. Alcancé la carretera de San Carlos, la crucé y cogí un camino, y en la primera bifurcación me perdí, porque tiré a la derecha cuando tenía que seguir recto, pero rectifiqué enseguida, y me tragué unos 200 metros extras. Era el kilómetro 29. Un poco más adelante eché este par de fotos a un "majano" típico de mi tierra..





Y las siguientes fotos ya no salieron bien. La chuleta me fui guiando como buenamente pudo, y por suerte no fui equivocando. En el 32 me comenzó a doler la pierna derecha, desde la rodilla hasta casi la cadera. Era un dolor similar al de la cintilla. Paré y estiré, y al reanudar se me pasó. En el 34,4 llegué al cruce de caminos que me llevaría al Peral, y aunque llevaba agua, el calor apretaba y muscularmente iba algo justo. Entre este tramo y el Peral, kilómetro 38, se me hizo bastante pesado, aunque mantuve la media. En el Peral, me refresqué bien, mojé la gorra, y recargué la bolsa. Eché la siguiente foto y reanudé la marcha,


 Y justo al volver a echar a correr un cuestorro que me hizo polvo los maltrechos tobillos. Sin embargo cuando cogí el camino ya más llano, me sentí bastante cómodo y los siguientes dos kilómetros fueron hasta casi agradables. Alcancé en el kilómetro 41,3 la Carretera de La Solana, la cual crucé para continuar por el Camino del Peral hasta casa, tan sólo 3 kilómetros más. Y el siguiente kilómetro y medio fue algo durillo porque de nuevo tuve molestias en la pierna derecha. Alcancé el pueblo y el último kilómetro fue sin incidencias completando mis 44.300, nuevo récord.

 En casa estiré un montón, y curiosamente no me costó hacerlo, síntoma de que no llegué tan mal de piernas. Me llevó hacer todo el recorrido 4 horas y 50 minutos a un ritmo de 6´38´´, que no es ir muy rápido, pero si ha supuesto estar casi 5 horas en marcha.

Durante el sábado me encontré relativamente bien, sin dolores, simplemente cansado y hoy domingo me he levantado totalmente recuperado. De hecho, hace un rato he salido a correr con Mercedes y tenía muchas ganas de ir rápido, muy suelto.

Se terminó lo duro hasta la Madrid-Segovia.


6 comentarios:

  1. Ánimo Javier que ya lo duro esta hecho ahora a aminorar los entrenos y coger los frutos de esa preparación tan minuciosa, para el día D estar a tope.
    UN SALUDO

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    1. Gracias Joaquín. Ahora ya me puedo relajar un poco. Aún así me he inscrito a tu maratón y haré unos 20 kms

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  2. Muy bien Javier, has cumplido con la planificación de los entrenamientos con minuciosidad, la base conseguida dará sus frutos, no solamente el día 21, también durante la preparación especifica para Málaga.

    Saludos, Emilio.

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    1. Eso espero Emilio. Me gustaría que se trates de matemáticas, pero al menos yo he hecho lo que he podido. A ver sí estos entrenos me vienen bien para Málaga, aunque tendré que preparar mucho los ritmos en octubre y noviembre, porque estoy muy lento

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  3. Intenta llegar lo más entero al día D. Te vas a salir...

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  4. Gracias, ahora a no lesionarme y a bajar un poco el pistón. Espero, al menos, terminarla

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