Ya se terminó la primera semana de una nueva etapa. Ahora toca conservar la forma, moldear algunos aspectos y esperar a que llegue el verano. También toca relajarse un poco, ¡queda mucho para el siguiente objetivo!. El sábado y el domingo pertenecieron al otro plan, al específico, o más bien diría al día D de mi anterior objetivo, la Maratón de Roma. Ya sabéis cómo se dio, por ello no a lugar redundar más. El lunes se caracterizó por el viaje de vuelta de Roma; el martes traté de salir a mover las piernas pero la lluvia me lo impidió; el miércoles fue el primer día que salí, e hice 42´de trote más exigente de lo que había planificado, pero iba acompañado y me piqué un poco; fui bien de sensaciones y sin molestias, y acabé contento; el jueves volví a salir para hacer 53´de trote más fuerte que el del día anterior, y me sentí un poco cargado, pero también tuve buenas sensaciones. El viernes decidí no salir para saturar más mis castigadas piernas y evitar riesgos innecesarios en una semana que debe estar dedicada a descansar y comenzar suave. Al final me salieron 17 kilómetros, sin contar los hecho el domingo en la maratón y los del día previo, que pertenecen al anterior plan.
En este plan me estabilizaré en los 70-75 kilómetros semanales, y trataré de conservar la forma adquirida, introduciendo ritmos rápidos pero no mucho kilometraje.
Os pego la tabla:
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