RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 29 de abril de 2015

LUNES 27: TODO LO QUE TENGO Y LO QUE SOY LO HALLO CUANDO CORRO

Me han preguntado en varias ocasiones si corriendo 102 kilómetros seguidos uno no se aburre. Sorprende cuando contesto que no, "más lejos de la realidad, no te aburres, ni tan siquiera se hace largo". Es realmente una oportunidad de hablar con uno mismo, de reflexionar, de pararse y ver qué tienes, quién eres, a dónde vas. Bueno, doce horas da para eso y mucho más, y lo que al final te queda es un inmenso regocijo, paradójicamente ese regocijo proviene de la realización de un esfuerzo de tu cuerpo muy continuado en el tiempo, y creo que ese castigo unido al orgullo de haber completado el reto, cura tu alma, la deja depurada (aunque luego vuelva a ensuciarse con el día a día).


Resultado de imagen de quién soy y adonde voy

 
Ahora que lo pienso, ¿qué sería de mi si no corriese?, ¿qué ocurriría si no me tomara todo esto en serio?; creo que sería tan sólo 1/4 de la persona que soy, o al menos me sentiría 3/4 menos vivo...

Dicho esto, el lunes tenía un sentimiento agradable: el que subyace de no notar la presión por los entrenos de los días laborables de esta semana. Siento que la semana está más que cumplida con lo del sábado y el domingo pasados y ahora sólo quedan unos pocos entrenos suaves y no largos para que el viernes pueda dar bien el callo en el Mini Trail Sierra de la Mosca, en Cáceres capital. Creo que aunque no quisiera esa carrera me la tomaría en serio, porque le tengo verdaderas ganas a la montaña. Veremos como responden las piernas pero estoy deseando dejarme la piel en los montes cacereños. Me asusta más si cabe lo del día siguiente: el reto de Merche estando como está, lesionada. Pero espero que superemos la prueba, aunque sea con un aprobado ramplón.... Como decía, el lunes me sentía bien, y con media sonrisa me fui al Parque Cervantes para dar unas vueltecillas, incluso meter unos cambios de ritmo. Mentiría si dijese que iba redondo, porque los 52 kilómetros del fin de semana habían pasado su minuta a mis piernas, pero también es cierto que cuando hube calentado e incluso cuando hice los 3*600 fuertes con recuperación de 400 metros más suaves, las sensaciones fueron buenas, vaya, que comencé a disfrutar. Regresé a casa sin forzar y eché cuentas: muy mal se tendrían que dar las cosas para no rozar esta semana los 100 kilómetros y si lo hago bien incluso el jueves podré incluso descansar, todo un lujo para mi.

lunes, 27 de abril de 2015

DOMINGO 26: 52 KILÓMETROS EN APENAS 30 HORAS. POR KILÓMETROS NO DEBERÍA SER

Que mis piernas ya están hechas a mil batallas es algo que he podido comprobar. Esto no quiere decir que uno no pueda ser carne de cañón a la hora de sufrir cualquier lesión, pero es cierto que entrenar a diario tiene entre sus ventajas la de hacerte más duro. Pues bien, he estado echando números y comprobando que de aquí a unos días tengo un pequeño Tourmalet, con el Mini Trail Sierra de la Mosca, nocturno y de 18 kilómetros que tendrá lugar el viernes, y lo que es peor, al día siguiente tengo el duro trail también de Sierra de Mosca de 32 kilómetros (y que tengo previsto correr con Mercedes si su lesión se lo permite). Es por tanto cuestión de dejar descansar un poco las piernas en las horas previas a estas pruebas, pero también quiero acumular los necesarios kilómetros semanales. Por todo ello la estrategia fue hacer el mayor número de kilómetros posible en este fin de semana. El sábado lo cerré con unos buenos 28 kilómetros, 24 de los cuales fueron de calidad, y ayer domingo se puede decir que "hice un poco el loco". Salí por la tarde, a eso de las 18 horas por una zona por la que no suelo correr mucho, el sur de Valdepeñas. La idea inicial era ir por el Polígono Entrecaminos, coger el Camino de la Fuente del Indio, continuar hasta la finalización del mismo, subir por el monte que va paralelo al camino y regresar por la pista que hay en dicho monte hasta volver a pasar por el polígono mencionado y de ahí a casa. Eran casi 21 kilómetros y estaba motivado para hacerlo, eso sí, a ritmo tranquilo y sin prisas. Fui plasmando la idea casi a la percepción, con mi mp3 oyendo música plácidamente, hasta que en el camino mencionado apareció un elemento con el que no contaba: el barro. Había llovido un par de horas antes, no mucho, unos 6 litros, pero el camino no había absorbido bien el agua y el tipo de terreno era de los que se adhiere a la zapatilla, así que tuve que sufrir unos 3 kilómetros en los que el pesado barro se acumuló en las suelas de las zapas haciendo de mi tiradilla un auténtico entreno de fuerza. Tampoco me importó mucho porque me sentía bien de piernas y no tenía molestia alguna. El caso es que cuando hube llegado al final del camino y ví la subida por la senda hacia el cerrillo pensé que iba a ser muy complicado meterme por ahí conforme estaba el terreno, amén de hundirme hasta los tobillos. Así que tuve que improvisar un cambio de planes: coger por el carreterín de Las Agrupadas (que son una finca conocida en la zona) y de ahí ir hasta prácticamente la Carretera que lleva a Ciudad Real y coger el Camino de Almagro de vuelta a casa. Ya por el carreterín mis pies agradecieron que el barro se quedase esparcido por la calzada y éstos se liberasen por fin de la carga. El terreno y la pendiente me ayudaron a disfrutar del entreno y posibilitaron el que metiera una marcha más. Desde ese momento el entreno comenzó a dejar de ser una sesión regenerativa, para pasar a ser una sesión dura a ritmo progresivo. Alcancé el Camino de Almagro ya con unos 17 kilómetros en mis piernas y el cuerpo me pedía marcha. Por momentos pensé que podria seguir corriendo así cuatro horas más sin sufrir, pero estas sensaciones ya sabemos que son muchas veces engañosas. Recorrí los cuatro kilómetros que distaban hasta el poligono y entré en el mismo con bastante fuerza. De ahí a casa fue coser y cantar y me ví en mi hogar a eso de las 20 horasy pocos minutos y tras recorrer casi 24,5 kilómetros.













Buen entreno en el que en la primera parte pude hacer sesión de fuerza debido al barro y en la segundo imprimí un buen ritmo. Lo mejor la sensación en mis piernas que llegaron prácticamente sin estar cargadas, a pesar de haberme metido más de 52 kilómetros en 30 horas.




domingo, 26 de abril de 2015

SÁBADO 25: DÍA COMPLETO DE RUNNING PARA TODA LA FAMILIA SALVO PARA MERCHE

Ocurrieron muchas cosas ayer sábado en nuestra familia, casi todas buenas, salvo que para que hubiera sido casi perfecto Mercedes debería haber podido salir a correr para hacer su tiradilla de los sábados, pero no pudo por lo que ya sabéis. Por lo demás, este día nos dejó mucho running, incluso para Inés, la cual no está muy por la labor de practicar esto de correr pero que ayer se animó. Vamos por partes, comencemos por mis entrenos, sí, habéis leido bien, "mis" porque fueron dos, o más bien 1 y medio....

Mi entreno de por la mañana

Por la mañana me animaba a realizar una tirada larga con subida a los molinos eólicos de la Sierra del Peral incluido. Puse el crono en marcha y comencé como viene siendo la tónica general en estas tres últimas semanas: bastante cargado. Pero conforme fui entrando en calor la cosa se regularizó. El ritmo no era malo del todo y oyendo buena música en mi mp3 comenzó a resultarme agradable la sesión. Alcancé el Paraje de las Aguas y subí por la Carretera de San Carlos hasta el último camino que me engancha a la parte alta del Paraje del Peral; fui por allí hasta que cogí el camino hacia a la derecha que bordea la falda de la Sierra del Peral, siempre con buenas sensaciones pero sin mucha prisa. Alcancé la pista que termina en todo lo alto, allá donde los molinos eólicos dominan el cielo y comencé a realizar el kilómetro y medio con un 18% de desnivel positivo medio. En las peores zonas me costó un poco, como siempre, pero en general subí con bastante brío, ayudado también por la mañana agradable que estaba haciendo. Una vez en todo lo alto no me entretuve mucho con las estupendas vistas y me emplacé a bajar sin más dilación. La bajada la hice a ritmo moderado, sin jugarme los tobillos, y continué extendiendo la bajada hasta la Carretera de La Solana. en este tramo me encontré muy bien, fruto sin duda de la descarga de mis piernas durante la bajada. Pasé por el Peral nuevamente y de ahí a casa sin pasarlo mal en esta ocasión (como ocurrió la semana anterior). Al final 2 horas y cinco minutos para hacer casi 24 kilómetros bastante duros con más de 300 metros de desnivel positivo. Media de 5´12´´ pero en esta ocasión había como 2 kilómetros de terreno muy irregular y las mencionadas cuestas, con lo que puedo quedar satisfecho.

La Carrera de Padres e Hijos

Por la tarde nos acercamos al parque Inés, Merche y yo a participar en la carrera que organizaba una asociación de Valdepeñas a beneficio de Afad. Era la tercera edición de una iniciativa muy bonita: correr en parejas padres e hijos. Inés me lo había pedido el día antes, y no me pude negar. A eso de las 17:30 horas daba inicio nuestra minicarrera de 800 metros, que para Inés era casi una maratón porque nunca había corrido una distancia tan larga de un tirón. Desde los pocos metros comenzó a agobiarse y casi a hiperventilar. Tuve que tranquilizarla y decirle que no pasaba nada pero que no nos ibamos a parar. En la recta final se desagobió y nos pudieron captar con nuestra mejor cara:













Lástima que mi hija no le guste correr porque quizá no lo haría mal.

A probar las Mizuno Wave Sayonara

Por la tarde me encontraba cargado pero con ganas de salir a probar las zapatillas que me había comprado unas semanas antes y que tengo reservadas para la maratón. Cogí la moto y me acerqué al parque con la intención de rodar suavito y medir sensaciones. La cosa no pudo salir mejor, ya que desde la primera zancada me sentí familiarizado con la pisada (me recuerda mucho a la Mizuno Wave Precision). Me invita a correr, a ir de metatarso y es curioso pero pronto comencé a sentir que las piernas se soltaban y tuve que frenarme para no ponerme a correr en serio. Muy estables, muy cómodas, muy ligeras y sobre todo las sentí como un guante. Hice 3 kilómetros que me sirvieron para mucho.

Jorge y su regional en Álcazar de San Juan 

Por la tarde Jorge competía en el Campeonato Regional de Alcázar de San Juan. Se había ganado un puesto en Jabalina, la cual practica de vez en cuando, pero esa competición será dentro de dos semanas, y en esta ocasión iba a realizar una disciplina que apenas ha practicado: la marcha. Le tocaba participar en un 2000 sin apenas haber marchado antes 1 hora, así que estaba bastante preocupado. Sin embargo la cosa no se le dio mal del todo y pudo completar la distancia en 14 minutos pelados, y de 17 se quedó el séptimo. ¡Bien por él!, un paso más para que definitivamente se enganche en esto del atletismo.














Así que como habéis podido comprobar tan sólo faltó Merche, ¡y vaya envidia que pasó la pobre!. En cualquier caso el sábado que viene le tocará a ella.

Finalmente sumando, que todo suma, acumulé casi 28 kilómetros en un día que tuvo de todo.









SEMANA OCTAVA HACIA LA MARATÓN DE HELSINKI Y REFLEXIÓN

El viernes decidí tomármelo de descanso, 28 días después del último que me había tomado. Semana terminada, otra más, y ésta nos ha dejado sabor muy amargo, con la obligada parada de Mercedes, al menos hasta el miércoles y con la gran incertidumbre de dudar de si podrá completar los casi 32 kilómetros de montaña que tiene el sábado. Ella está decidida a correrla, aunque quizá no sea lo más aconsejable. El balance de estos días no ha sido bueno, está claro que para ella ha supuesto frenar el ritmo del plan y lo que es peor, tener que reiniciarse con el nuevo objetivo de recuperarse de su lesión. En cuanto a mi, tampoco ha sido una gran semana porque he seguido arrastrando pequeñas y ligeras molestias que me han robado la frescura que me había ganado. Al menos he conseguido superar los 90 kilómetros, 91 en esta ocasión, y estoy sacando una buena media en esta octava semana.

JUEVES 23: EL SUEÑO SE PARTE EN DOS Y NOS DEJA TRISTES

Como decía en la anterior entrada soñar es tema obligado. Ya decía una vieja canción de la Electric Light Orchestra "Hold on tight to your dreams", algo así como "Aférrate a tus sueños". Sí, aferrarnos, pero a veces es difícil. El entreno propuesto fue largo: tirada de de algo más de 13 kilómetros hecha a ritmo suave y una prueba para ver la evolución de la (paso a llamarla) lesión de Mercedes. Hasta el kilómetro 6 todo en su sitio, pero a partir de ahí la ingle comenzó a darle los pinchazos que últimamente nos amargan la existencia. El regreso no fue malo del todo, porque supo aguantar la molestia, y no fue una cuestión de ritmo, el cual mantuvo, sino de tener que soportar un dolor que no debería estar ahí. Algo no funciona...

Una vez en casa decidimos que pediría cita con la fisioterapeuta, algo que hizo al día siguiente y en ese mismo viernes también le dieron tratamiento, diagnóstico y la mala noticia de que tendrá que estar parada unos días si no quiere que la cosa pase a mayores. ¿qué tiene? Pubalgia aguda que probablemente esté acompañada de tendinitis en la zona tendinosa de la cadera y la ingle. Además tenía la fascia lata en la zona media bastante cargada.

Deciros que no lleva muy bien eso de estar parada y eso que sólo han sido dos días, viernes y sábado y ahora quedan otros tres.


sábado, 25 de abril de 2015

MIERCOLES 22: DEJA QUE LA LLUVIA CAIGA. ES INEVITABLE

Aunque intentemos que la lluvia cese será en vano, ésta seguirá cayendo, no tendrá sentido querer detener el viento cuando quiera abrirse paso ante nosotros y la niebla no desaparecerá delante de nuestros ojos por más que cerremos los ojos y lo deseemos; nuestra piel se quemará si el sol decide emboscarnos en la intemperie y no conseguiremos que el invierno pase de largo  aunque giremos y giremos desesperadamente las agujas del reloj,  porque solo naceran cactus dispuestos a aguantar los duros días del desierto aunque allá queramos ver brotar mil flores de colores. He aprendido que no podemos mover con nuestras pequeñas manos el horizonte, crecemos y la lección nos dice que no hemos nacido para planear por campo abierto por más que deseemos hacerlo. Pero cuando comprendemos lo pequeños que somos es justamente cuando atesoramos ese don que consiste en no dejar de soñar a lo largo de este tránsito pasajero que es la vida. Nuestra nerviosa alma no quiere quedarse inmóvil y cuando la parálisis nos invade es el momento de morir, sigamos o no aquí. 

Hoy nos han dado una mala noticia: era tan inevitable como que la lluvia siga cayendo. Su cuerpo no está acostumbrado a tanto esfuerzo y se ha revelado. Queremos ser tan libres que nos olvidamos de sentir de lleno nuestras limitaciones, pero la niebla no quiere irse. La fisio nos ha puesto de frente ante la realidad: Mercedes tendrá que descansar unos días, al menos hasta el miércoles no podrá volver a correr y habrá que esperar para saber si el sábado que viene estará para afrontar el Trail Sierra de la Mosca. 

Mientras tanto yo sigo en mi propia pelea. El miércoles me tocó correr solo, y además había sesión dura que llevar a cabo. Me fui hacia el Paraje del Peral y a partir del primer kilómetro, el cual había utilizado para calentar un poco mis maltrechas piernas, comencé a realizar cambios de ritmo durante 2 minutos y medio para luego hacer otros 2 minutos y medio algo más suaves. Las sensaciones fueron mejores y me fui animando. .Fui avanzando y avanzando y me vi a mi mismo consumiendo el entreno sintiéndome bien, sin sentir que fuese un mal trago, lo cual siempre se agradece. Desde el Peral bajando por el camino que lleva a la Carretera de San Carlos del Valle sólo cabía bajar con fuerza, y eso hice. Llegue a casa con media sonrisa en la cara y pude sentirme reconfortado por haber conseguido sacar adelante otro buen entreno. En esta ocasión el ritmo medio desde que puse el crono en marcha fue de 4´24´´, durante algo más de 11,60 kilómetros hechos en 51 minutos 15 segundos. Si a eso le sumamos algo más de un kilómetro de minicalentamiento tenemos los 12700 metros finales.

Mi buen entreno no compensa la mala noticia de hoy, pero lo importante es que ambos seguimos soñando, lo hacemos juntos.


jueves, 23 de abril de 2015

MARTES 21: LA MONTAÑA SERÁ UNA DURA SARGENTO PARA MERCEDES

Uno a estas alturas del juego ya sabe lo que el cuerpo necesita para afrontar los retos que la mente propone. Pero no olvidemos que una cosa es saber lo que te puede venir bien y otra bien distinta es poder llevarlo a cabo. Las 2 horas 55 minutos que me propongo conseguir a veces me suenan a quimera, otras, sin embargo lo veo como algo factible; todo depende del estado de ánimo y como me haya encontrado en los últimos entrenos; pero es obvio que sin sacrificio no habrá gloria. El mayor escollo que ahora mismo veo es la adaptación a un ritmo que sé que puedo llevar pero que desconozco si sería capaz de perpertuarlo tanto tiempo. No olvidemos que en Roma hice 02:58 pero de eso hace 2 años y uno es más viejo y está más machacado. En el caso de Mercedes la cuestión es otra: ritmo tiene de sobra, de hecho ha de ir suavito en su maratón, tanto que se aburrirá bastante en los primeros kilómetros, pero lo que desconocemos es como reaccionará su cuerpo a un esfuerzo tan prolongado, ¿le quedarán reservas?, ¿podrá comer y beber sin que le sienta mal?, ¿aguantará muscularmente?. Ahora mismo lo que necesita es fortalecerse para poder acometer el reto con garantías, así que toca obedecer a la sargento de hierro más dura que conozco: la montaña. Por ello se presenta mayo con dos citas en el calendario en el que Mercedes y yo "disfrutaremos" y "sufriremos" de los placeres y rigores que ofrece esta modalidad. 

Y para que vaya calentando motores el martes nos fuimos a realizar varias subidas al Cerro del Ángel, pero por la zona de mayor pendiente. Fueron tres subidas, con sus correspondientes bajadas, de unos 300 metros pero con una pendiente que rozaba en ocasiones el 25%. Mercedes ha mejorado mucho en estas lides y lo hizo lento pero sin subírsele las pulsaciones. El mayor problema surgió de nuevo con el dolor de ingle, que como si fuera un bicho en movimiento se trasladó en esta ocasión a su gluteo, el culo hablando claro. Bajamos del susodicho cerro sin forzar y en lugar de ir a casa dimos un rodeo yendo hacia el Parque Cervantes para que nos saliese un entreno algo más completo. Habríamos dado alguna vuelta al recinto pero Merche iba "bien servida" con lo hecho debido a sus molestias, así que cogimos camino de caso y completamos 8,5 kilómetros llenos de incidencias.

LUNES 20: PREPARAR HELSINKI ES CASI COMO UN EMBARAZO

Preparar esta maratón se está pareciendo a un embarazo propio de humanos, es decir, los nueve meses de toda la vida. Si cuento el tiempo que ha de transcurrir desde que tomamos la decisión de correr dicha maratón hasta la fecha del día D, 15-08-2015, compruebo que coincide casi con exactitud: 40 semanas. Os podrías preguntar por el porqué de tanta antelación y las razones son varias, pero la más importante era la necesidad de preparar convenientemente a Mercedes ante una prueba tan exigente para una cuasinovata como es ella en esto del running. Tanto tiempo tiene sus ventajas, ya que te da para caerte mil veces y levantarte otras tantas, pero es cierto que también estresa bastante porque tienes tu cabeza ocupada pensando en el objetivo durante demasiados meses. En cualquier caso todo esto está resultando muy emocionante incluyendo dolores, incertidumbres, abatimientos, recaídas, ¡justamente como en los embarazos!. Mercedes ya ha parido a dos de nuestra especie, con lo cual sabe bien de las vicisitudes descritas en esta entrada; pero lo que se está preguntando ella a estas alturas, y por extensión yo, es si los dolores del parto serán más o menos intensos que los dolores que infringe el "tio del mazo" cuando has pasado ya el kilómetro 30. Eso lo tendrá que responder ella porque yo sé como duelen los mazazos pero no sé que se siente al dar a luz.

 Resultado de imagen de un embarazo y el running

Dicho esto, Merche tenía que salir a mover un poco las piernas tras la gran alegría del domingo. Se encontraba cargada y dolorida, y además con muy pocos kilómetros en su haber desde el sábado. Decidí engañarla un poquitín porque le comenté que haríamos unos 6 kilómetros que al final fueron casi 8, eso sí, realizados a ritmo suavito y "de cháchara". Sus molestias en la zona de la cadera no aparecieron ese día, pero como leeréis en siguientes entradas éstas son como los Ojos del Guadiana, que aparecen y desaparecen.

Para adornar un poco la entrada os muestro a algunos españoles inscritos en la Maratón de Helsinki, entre ellos Merche y yo. Por ahora seremos 30 locos los hispanos que iremos allí a batirnos el cobre:




martes, 21 de abril de 2015

DOMINGO 19: DOBLANDO POR LA TARDE TRAS EL 10000 DE ÁLCAZAR DE SAN JUAN. ¿ES BUENO DOBLAR?

Siempre hay debate servido en torno a la conveniencia o no de doblar entrenos en un solo día. Hay muchos expertos y no tan expertos que sostienen que los doblajes suponen un riesgo de sobreentrenamiento y de lesiones. Otros, en cambio, consideran esta práctica como necesaria para adaptar a tu organismo más y mejor, y al paso acumular más kilómetros. Yo no he abusado nunca de este sistema porque se mire por donde se mire es bastante sacrificado, pero reconozco en él bastantes virtudes y pocos inconvenientes, siempre y cuando tengamos algunas ideas claras:
  1. Cuando doblas es porque ya estás sometiendo a tu organismo a una carga lo suficientemente grande e intensa como para que pueda soportar el estrés provocado por el doblaje. No tiene sentido que dobles sesiones si vienes haciendo 40 kilómetros semanales, porque lo más fácil es espaciar las recuperaciones en este caso.
  2. Las doble sesión ha de realizarse teniendo en cuenta que no se pueden incorporar dos entrenos de calidad en el mismo día, aún a riesgo de lesión. Yo acostumbro a utilizar la segunda sesión como de descarga o regenerativa.
  3. Doblar es un buen sistema cuando no tienes mucho tiempo libre en los días laborables y sacrificas uno de esos días con este sistema para luego poder descansar en otro u otros.
  4. El metabolismo cambia el día del doblaje, algo que hay que tener en cuenta a los efectos de alimentación, descanso, etc.

Conclusión: la de siempre, escucha a tu cuerpo y si doblar te va bien ¿por qué no hacerlo?, sin abusar y siempre con conocimiento de los riesgos.



Dicho todo esto, el domingo por la tarde estaba comprobando como el 10.000 de Alcázar de San Juan me había dejado a medias, de la misma forma que yendo a un restaurante asador y comiendo un primer plato de verduras salteadas, pero sin comer el chuletón por el que cruzaste el umbral de la puerta de entrada. Por ello a eso de las 20 horas me calcé las NB 890V2 y de corto (que hacía buen tiempo) me fui suavecito a hacer el circuito de la Vega de algo más de 13 kilómetros. No necesité muchas zancadas para descubrir que aunque las piernas me iban, me sentía incómodo con las zapatillas. Conforme fui entrando en calor las sensaciones fueron mejorando, no así la parte posterior, zona del tendón, de mi pie izquierdo. Cuando llegué a la Vega la molestia había pasado a ser un dolor punzante e intermitente que surgía a cada paso. En cualquier caso, un kilómetro después remitió bastante, por lo que aproveché para ir más ligero. La zona de pendiente a mi favor del Camino del Peral me hizo sentir mejor e incluso disfrutar del entreno, a pesar de que las molestias se generalizaron en la pantorrilla. No hice mucho caso a las mismas y avancé ya casi de noche hasta que llegué a muy buen ritmo a casa, por debajo de 4´15´´ diría yo. Una vez en mi hogar comprobé que me había pasado "de burro", ya que hacer casi 50 kilómetros en dos días no es algo nuevo para mi, pero tras el esfuerzo del sábado, había estresado demasiado mi musculatura, máxime si tenemos en cuenta que no ando cómodo desde que desheché las Mizuno Wave Precision, teniendo en cuenta que las Mizuno que me he comprobado no las quiero utilizar para el día a día.

Pero en cualquier caso y pese a seguir "entablillado" y con bastantes molestias me atreví a salir a correr un rato con Mercedes, que también estaba convaleciente del gran esfuerzo del domingo, y resultó que el dolor en mi pie remitió conforme fueron pasando los minutos  y algo parecido le ocurrió a mi mujer con sus dolores musculares. Es más, tras una buena sesión de estiramientos pareciera que todo hubiese vuelto a su sitio y que hubiésemos hecho un reset para afrontar lo que queda de semana que es mucho.

 Resultado de imagen de chuletón

lunes, 20 de abril de 2015

LA CRÓNICA DEL 10.000 DEL PORVENIR (ALCÁZAR DE SAN JUAN)

Nos habíamos inscrito Merche y yo a esta prueba del circuito, más que nada por petición suya, ya que yo no voy adecuado que corriera más 10.000´s en plena preparación para su maratón. En cualquier caso parece que tiene la intención de correr todas las pruebas del circuito y yo no quiero ser quien le quite la idea.

Por ello la consigna era ir a "correrla suave", "rodarla" (nada más lejos de la realidad como luego se pudo comprobar). Dejamos a los niños en Valdepeñas y nos fuimos los dos solos para tener una logística más sencilla. Fue llegar a Alcázar de San Juan y comprobar que no íbamos a tener un día lleno de comodidades: aparcamos el coche en una zona bastante alejada del área de salida, llegamos a la misma con dos mochilas y al ir a recoger la bolsa del corredor (a media hora del comienzo de la carrera) comprobamos como había una cola del demonio para la recogida; la gente estaba nervioso porque veía que no le iba dar tiempo ni a calentar. Vamos a guardarropia a dejar las mochilas pero entonces se me ocurre que lo mejor es no dejarlas allí y regresar al coche; en cuanto a la bolsa del corredor..., o bien que nos las den después de correr, o que se la quede la organización. Afortunadamente al pasarnos nuevamente por la larga cola comprobamos como están tomando números de dorsal fuera del bullicio y repartiendo bolsas para agilizar, y en esta guisa recibimos Merche y yo lo nuestro... Así que nos vamos calentando de nuevo hacia el coche, dejamos las mochilas y las bolsas de corredor, nos quitamos los chandals y ponemos los dorsales y regresamos a la zona de salida de nuevo correteando, justo para ponernos en línea de meta, que toca correr. En esta ocasión ni foto de club ni nada..., otra vez será.

Dan el pistoletazo de salida, que en esta ocasión fue un silbitazo, o como se diga.., y nos ponemos manos a la obra. Le digo a Merche, "vamos suave, sin sobresaltos", pero entre pitos y flautas el primer kilómetro lo pasamos en 5´17´´.



Pronto tenemos un pedazo de cuesta por un puente bien grande, así que la masa de corredores (más de 1000), pisoteamos el asfalto haciendo probar la infraestructura ferroviaria. Merche gestiona bien la cuesta y hace mejor, como es lógico, la bajada. Llegamos a la tierra y lo agradecemos, pero pasado el kilómetro dos nos topamos con otro "repechazo" y queda claro que esta carrera no es para hacer marca en la distancia. En la subida nos adelantan un grupeto de unos 10 corredores, porque Merche nota el esfuerzo a juzgar por como se le suben las pulsaciones, pero ya arriba vuelve a coger ritmo y comenzamos a cazar gente nuevamente. El ritmo es bueno, y caen el 3 y el 4, ..., regresamos a la población y toca asfalto, y a Mercedes se la ve "divina" sin oírsele la respiración a 5´minutos pelados cada kilómetro.





Cogemos una larga avenida, pasamos el 6 y el 7 y Merce me dice que la ingle le está fastidiando (una pena porque se le ve muy bien). Sin embargo giramos a la izquierda y cogemos un camino urbanizado paralelo a un rio y la cosa se hace más entretenida. El único inconveniente es que la vía es estrecha, no más de 2 metros de ancho, y cuesta adelantar cuando los corredores se ponen en paralelo.En el 8,5 o así Mercedes mete una marcha más y comenzamos a adelantar mucha más gente; pronto vemos los cipreses del cementerio, en la zona donde está aparcado el coche y alcanzamos el kilómetro 9; Mercedes se pone como una moto y más cuando giramos por la rotonda y se ve el arco de meta a no más de 300 metros, se olvida de su ingle y comienza a correr casi como una keniata posesa. Estupendo final en el que adelanta a otro 6 o 7 corredores, y consigue pulverizar su marca: 51:26, más de un minuto por debajo de su anterior MMP.





¡Bravo Merche!.

Los efectos colaterales son en forma de dolor en la zona afectada, así que se pasó toda la tarde estirando tratando de ayudar a su recuperación.

En cuanto a mi, como 11 kilómetros (entre el 10.000 y el calentamiento) no habían sido suficientes, por la tarde decidí salir a correr, pero eso ya lo contaré en otra entrada.

sábado, 18 de abril de 2015

SÁBADO 18:NO FUE EL MURO DE BERLIN PERO LA VALLA ME DEJÓ FUERA DE LA SIERRA

Con toda la ilusión en mis piernas salía a las 11 horas de casa dispuesto a conquistar la parte sur de Sierra Prieta: la gran desconocida de nuestro entorno. Me había esmerado en buscar rutas por la misma y más allá de la que conozco y que es demasiada larga (pero bonita), no había encontrado ninguna ruta asequible hasta que encontré la de un ciclista de montaña valdepeñero. Veintiocho kilómetros no eran demasiados, nada que ver con la antes mencionada que se me iba a 44 kilómetros y el cuerpo no estaba para eso. Fui avanzando siempre vigilando las indicaciones cargadas en el Garmin que me iban guiando por los caminos correctos y todo parecía que iba a funcionar. El ritmo era lento pero más rápido de lo que habia planificado (llevaba la mochila y bebida y no quería forzar). Me movía en 5´10-5´15´´ aunque la media era superior debido a los primeros kilómetros que había hecho más suavemente. El campo está precioso incluso aquí donde vivo, y la primavera se ha abierto camino poniendo el campo de tonos verdes y de una amplia paleta de colores, tantos como flores silvestres distintas. Justo el camino se comenzó a empinar, allí donde la sombra de la sierra comienza a verse más de cerca y al paso por una finca en la que su dueño tenía los perros sueltos, se me pusieron los pelos como escarpias al pensar que de allí salía mordido, pero no, bastó una llamada al orden para que los chuchos me dejaran en paz, aunque no dejaran de increparme en forma de ladridos. No muchos más allá se veía el camino subir en el paso entre las sierrecillas y pronto me fue cambiando la cara, tan pronto como lo que tarde en comprobar que ante mi había una valla y una portada metalíca se cruzaba en la vía. Pensé que quizá estaría allí para abrirse y cerrarse, pero ese pensamiento era más fruto de la esperanza que de la razón. Efectivamente, pese a poner en el cartel de enfrente "Por favor, tras el paso cierren la puerta", comprobé que no haría falta respetar la petición porque no podría cerrar algo me era imposible abrir, debido al pedazo candado que había colocado. Miraba desolado al otro lado, donde el campo lucía en colores más intensos, más provocativos, y donde el terreno se ponía más abrupto, ¡vamos, el sueño de todo corredor de trail!, pero me parecía a mi que no iba a ver trail en esta ocasión. Tras unos segundos sopesando opciones (como la de saltar la valla y dejarme el pantalón, o algo peor, en el intento), decidí rodear por la senda que circundaba la valla, primeramente hacia la izquierda, como unos 300 metros, para luego decidir media vuelta, volver a pasar por la puerta e ir hacia la derecha siguiendo la valla, pero hacia la Finca Castellanos, es decir, siguiendo la falda de la cadena de montes. Este fue quizá el mejor momento, porque sin ir por una senda claramente definida, el terreno era blandito y más o menos regular, entre árboles, y se disfrutaba un montón de los toboganes. Un kilómetro más allá se abría un camino a la izquierda que se adentraba en lo profundo de la sierra y decidí tomarlo, ¡bonito como él solo!, pero no tuve que correr mucho para toparme con una segunda puerta que me coartaba las ideas, así que de nuevo media vuelta, de nuevo a bordear la falda y ahora sí totalmente concienciado de que no habría juegecitos de montañero en este haciago sábado. Continué por sendas, por caminillos, pasé por las instalaciones que tiene Frimancha en la zona, y seguí hacia la finca que bien conozco de haber pasado en un par de ocasiones cuando hice la ruta larga, la de 44 kilómetros que he comentado. LLegué a la susodicha finca y tomé el camino de la derecha que me regresaba a casa, justo cuando el Sol apretaba y pensé que lo que habría de disfrutar de la sesión ya había sido disfrutado. La negatividad también llegó a mis piernas, y aunque fui bajando la media con kilómetros ya por debajo de 5´, mis extremidades quisieron ponerse en huelga y cada vez fueron dejando, con una voz más alta y clara, que no querían seguir corriendo. Para colmo me equivoqué de camino y continué por uno que me llevaba al pueblo pero que no conocía, fue por allí donde me piqué con algún coche que iba despacio, conducido por algún agricultor con olivas, pero ni picándome me animaba. Llegué a la Carretera de Daimiel escaso de fuerzas y preocupado por ello, alcancé el carreterín que me llevaba al polígono y la cosa no mejoró. De hecho llegué a casa preocupante tocado, tras 25 kilómetros de aventura hechos a un ritmo muy irregular y de media a 5´19´´, aunque la segunda parte la hubiera hecho bastante más rápida. Ya en casa me tuve que dar un baño de agua bien caliente, y las piernas se han quedado sin habla, así que no les voy a preguntar nada.

Este ha sido el tracking:



Y no saco una foto mía porque no os gustaría ver mi cara de disgusto. En cualquier caso estoy seguro de que este entreno es de los que sirven y mucho.

28 KMS HACIA UNA DE LAS 2 SIERRAS QUE VEO DESDE MI VENTANA

Una maratón de asfalto no es un trail, eso es algo que a estas alturas no se le escapa a ningun@ de nosotr@s, pero al igual que a la cabra, a mi me tira mucho el monte. Lástima que haya tan pocos por aquí. Helsinki es en agosto, pero no hemos podido resistirnos a la tentación de regresar a la montaña en primavera, así que el calendario se tiñe con eventos de trail como el Trail Sierra de la Mosca, en Cáceres capital, en el que el día 1 y 2 de mayo haré 50 kilómetros algo exigentes (Merche 30), y la QRS de la Quijote Legend, en Villaverde de Guadalimar, en el que ambos haremos (por separado), 19 kilómetros con un desnivel positivo bastante considerable de 1000 metros. Así que hoy he decidido hacer mi tirada larga metiendo un poco de monte, de forma que dentro de unos minutos me veré subiendo Sierra Prieta, una de las pocas sierrecillas que hay por aquí. Este es el recorrido:









28 kilometrillos, sin mucha prisa, con unos trescientos y pico de desnivel positivo y una parte de Sierra Prieta virgen para mi. Que no me deje nada, porque en esta ocasión llevo mi querida mochila de hidratación: isotónica, barritas, el móvil, poco más...


VIERNES 17: TERMINAR LA SEMANA BIEN SATISFECHOS ENGAÑANDO A MERCHE

Cuando uno se prepara para una maratón sabe que un componente importante para poder llevar a cabo tu plan y conseguir en mayor o menor medida tu objetivo es el estado de ánimo. Hay que ser perseverante, positivo, hay que ser fuerte e incluso obcecado, y también hay que saberse buscar "vías de escape", es decir, momentos que te relajen y sean un autopremio al pequeño sacrificio semanal. Cada vez más utilizo los viernes con este fin. Acabaré bautizándolos como los días de "la sesión de charla en el entreno". Ayer lo volvimos a poner en práctica Merche y yo. La engaño diciéndole que vamos a rematar la semana haciendo unos minutillos muy suaves, unos 30 minutos y que "ya está...". Comenzamos a correr, vamos charlando, nos ponemos al día de cosas que han pasado durante la semana y que parece mentira que no nos hayamos comentado, y con el fresquito del atardecer nos damos cuenta de que vamos rodando a un ritmo digno y que ya llevamos 40 minutos. Por ello le digo: "en lugar de ir ya para casa vamos a rodear un pelín por acá" (la he vuelto a engañar). Total, que ayer nos salieron unos cortos 9 kilómetros, pero muy aceptables para terminar la semanilla; y encima fuimos a una media bastante por debajo de 6 minutos el kilómetro. 

Con esto yo logro rozar los 90 kilómetros y ella consigue otro premio: 52 kilometrazos (tercera semana consecutivo sobrepasando los 50, algo que nunca había hecho). Además las alegrías (al igual que las desgracias), no vienen solas y su ingle decidió callarse otro día más (crucemos los dedos).

Por tanto deberes hechos, por ambas partes, y no nos podemos relajar que comienza otra semana...

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JUEVES 16: ¿QUE ES ESO DE REGENERAR?. YO LO PRACTICO

Mi estrategia hacia Helsinki está clara (otra cosa es que acabe funcionando). Entrenos diarios con tres días de calidad y cuatro días más suaves en los que acumulo kilómetros pero que me permiten regenerar. De esta forma los sábados hago la tirada larga que por ahora van a ritmos en torno a 1,20 del ritmo objetivo en la maratón (4´10´´), los lunes hago cuestas a ritmo fuerte y los miércoles realizo o fartlek o interval (fartlek por distancia). En cuanto a los días para regenerar: aprovecho los martes, jueves y viernes para ir con Mercedes a un ritmo que para ella es exigente y para mi es como un descanso pero "muy activo". En esas tres sesiones también metemos cuestas, series, interval, o simplemente carrera continua y/o en progresión. Por último los domingos suelo regenerar pero lo hago en progresión de forma que tras venir tocado de la exigencia del sábado comienzo muy suave pero acabo corriendo a ritmos moderados de entorno 1,15 mi ritmo objetivo. Con todo esto logro acumular entre 90 y 100 kilómetros semanales (más cerca los 90 que los 100) y logro "descansar", porque meto muchos minutos suaves que lo que permiten es "descargar" mis piernas. A eso llamamos regenerar: es decir, darle a tu organismo la posibilidad de un respiro para que asimile los entrenos de calidad (hechos en mis sábados, lunes y miércoles). ¿Por qué entreno todos los días?, por falta de tiempo lo que unido a la necesidad de acumular una cantidad considerable de kilómetros semanales me lleva a estar día tras día dale que te pego. Pero también hay una razón subsidaria: puedo correr con mi mujer varios días a la semana y no dejo que se "desenganche" de sus objetivos, que también son ambiciosos: "terminar la Maratón de Helsinki". Probablemente allá por agosto cuando regresemos de tierras escandinavas, ni ella haya terminado la maratón ni yo haya conseguidos esos ambiciosos 2:55, pero al menos lo habremos intentado y esperemos que no lo pasemos bien durante el intento.

En cuanto al jueves, pues lo comentado..., unos muy cortos 8 kilómetros suaves pero con subidillas al Cerro del Ángel que le vinieron bien a Merche. Además tuvimos la noticia esperanzadora de que su ingle se quedó callada todo el rato. El regreso lo hicimos a buen ritmo y todos satisfechos.

viernes, 17 de abril de 2015

MIÉRCOLES 15: DE LOS BENEFICIOS DE UN BUEN FARTLEK PREPARANDO UNA MARATÓN

Para aquellos corredores a lo que como a mi no nos entusiasman las series, encontramos en el interval y en el fartlek un buen sustitutivo para meter la necesaria dosis de entrenamiento anaérobico si se quiere mejorar en tus tiempo en la distancia de la maratón. Siempre digo que llegué a la Maratón de Roma con un plan en el que no metí series y sí fartleks por caminos en sesiones largas, con bastantes cambios de ritmo cortos. Mi mejora fue sustancial y todo eso sin sufrir el estrés del crono y el malestar que me causan las series.

Si queréis leer un buen artículo en relación a este tema aquí tenéis uno:
http://www.foroatletismo.com/entrenamiento/ejercicios-de-fartlek-para-entrenar-un-maraton/

En mayor o en menor medida he continuado esa filosofía hasta hoy, y por ahora no pienso cambiarla, ya que nuestros entrenos no deberían nunca perder la esencia de disfrute que tiene que haber tras ellos. Lo que no tendría mucho sentido sería sufrir y temer sesiones que nos lleven casi a odiar esto de entrenar, y todo para no vivir de esto. Un hobby ha de tener su componente de safisfacción en su dedicación, si no es así ¿qué sentido tiene?.

Pues eso, el miércoles me tocó hacer fartlek, en la modalidad 3´fuertes y 2´más suaves, de seguido y desde el minuto 25´hasta el 58´en el que terminé mi entreno. Toda la parrafada anterior podría haceros pensar que me encanta el fartlek, pero tampoco es cierto: simplemente no me resulta desagradable, y el día en el que me encuentro bien y toca este tipo de sesión logro disfrutar mucho de ese rato entrenando. Por desgracia no fue el caso del miércoles, que como viene siendo la tónica en estas dos últimas semanas, hay algo que no acaba de funcionar bien; y es que me encuentro cargado, sin chispa, me falta soltura. Cuando caliento la cosa mejora bastante pero no acabo de hallarme. Al menos pude entrenar con intensidad y no puedo decir que sintiese ninguna molestia preocupante. Comienzo a echar de menos las Mizuno Wave Precision que jubilé porque mucho me temo que al volver a utilizar las NB 890v2 mis piernas se han quejado.

Distacia recorrida: 12 kilómetros. Tiempo 58


jueves, 16 de abril de 2015

MARTES 14: EL PORQUÉ DE LA LOCURA POR CORRER

"Correr es de cobardes", "no sé que chiste tiene eso de correr", "desde luego..., vaya obsesión con salir a correr y medir los kilómetros", "¿no te aburre correr tanto?"... Todas estas son expresiones que en mayor o menor medida tod@s hemos oído. El refranero, muy sabio por otra parte, tiene un dicho que viene bien para la ocasión: "no es lo mismo llamar que salir a abrir", o dicho de otro modo, desde fuera las cosas se ven de forma diametralmente distintas que desde dentro. Si te pica la "mosca del running" date por muerto porque sus efectos son letales y perduran en el tiempo. Por ello, no hagamos caso a aquellos de nuestros interlocutores que no nos entienden; es difícil de comprender todas las locuras que hacemos, y a veces ni nosotros mismos nos entendemos, pero tenemos una cosa bien clara: no podemos parar aún a riesgo de entrar en una profunda depresión; esto forma parte ya de nuestra vida.

Yo lo puedo decir por partida doble: por una parte por la experiencia propia vivida, habiendo hecho tantas cosas y tan increibles en estos últimos años que ni yo me reconozco. Pero además, y muy importante, lo puedo decir también por la experiencia de mi mujer, Mercedes, a la cual he arrastrado sin querer a esta locura y ella comienza a estar tan "ida" como yo. El termómetro de la inconsciencia marca máxima temperatura cuando a una propuesta absurda y casi descabellada el interlocutor obesesionado con lo de correr dice que sí casi sin pensarlo. Mi mujer está midiendo altos niveles en ese termómetro como me demuestra el hecho de su inscripción a la Maratón de Helsinki y ahora por haberse apuntado al Trail Sierra de la Mosca en su versión larga, 32 kilómetros, ¿pero si hace poco más de un año no eras capaz de correr un 10.000 con garantías?. Pues sí, así era, pero eso es ya pasado, ahora ella va a por todas, porque es la manera en la que se siente más viva.

Hecho este largo preámbulo, el martes nos tocaba salir juntos. Atrás había quedado el divorcio de un día, el del lunes, y ahora sí, volvíamos a disfrutar de una sesión "codo con codo". En esta ocasión nos fuimos a uno de los circuitos que más hacemos: el de detrás de los Cerros de la Aguzadera, de poco más de 8,5 kilómetros, pero que si damos algún rodeo puede llegar a salir más de 9 (yendo por el camino paralelo al de Membrilla y haciendo toda la Avenida de las Tinajas). La tarde era propicia para correr y atrás quedaron los días haciagos de invierno, así que sin muchas pretensiones nos hicimos el circuito a ritmo moderado para ella y lento para mi, aunque en la parte final apretamos un poco. Las molestias regresaron a su ingle aunque no dieron mucho la lata. En cualquier caso me comienza a preocupar el que no pueda correr sin molestias. Quiero pensar que todo forma parte del proceso de adaptación por el que tiene que ir pasando.


martes, 14 de abril de 2015

LUNES 13: MERCEDES Y YO NOS DIVORCIAMOS (POR UN DÍA Y SÓLO DURANTE EL ENTRENO)

Ayer Mercedes y yo tomamos caminos separados: ella tomó dirección a la falda del Cerro del Ángel y yo también estuve por allí haciendo cuestas tras rodear por los Cerros de la Aguzadera, pero lo hicimos a horas distintas. Podríamos decir que sufrimos una separación deportiva forzosa, ya que yo pretendía realizar una sesión de calidad y con ella no podría haberla desarrollado. Así que cuando llegué a casa no perdí mucho tiempo y como decía líneas más arriba rodeé por los Cerros de la Aguzadera para luego subir un par de veces al Cerro del Ángel. No hice como en otras ocasiones en las que ya de partida salgo a ritmo fuerte, sino que condicionado por la carga muscular que últimamente arrastro decidí ir suave al comienzo hasta que hube calentado. Además no encendí el crono, porque no tenía ganas de medirme. Lo mejor fue lo que tenía que ser: las subidas, que las hice a buen ritmo, compartiendo espacio con un par de ciclistas de montaña que estaban también haciendo series. Ya abajo tampoco imprimí un ritmo alto a mi vuelta a casa porque como decía, "no está el horno para muchos bollos". En cualquier caso quedé bastante satisfecho.

Si hablamos de Mercedes, ella salió más tarde, de forma que cuando entré en casa ella ya había salido. Cincuenta y dos minutos después aparecía con buena cara y buen ritmo, a una media de 5´ cuarenta y tantos, pero con ligeras molestias en la dichosa ingle.

Lo comentado: separados o divorciados, como gustéis, pero eso sí, sólo por esta vez y en el espacio de dos horas.

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EL TRAIL DE LA SIERRA DE LA MOSCA NOS ESPERA: A MI 50 KMS A ELLA 32

La primera prueba oficial de montaña, en nuestro argot "trail", que  disputamos Mercedes y yo, y que supuso nuestro bautismo de running en la naturaleza tuvo lugar el año pasado en Cáceres: el II Trail Sierra de la Mosca. La experiencia fue muy gratificante para ambos; en mi caso participé en la prueba larga de casi 32 kilómetros y más de 1000 metros de desnivel positivo. Sin ser muy dura, sí que noté la exigencia de este tipo de pruebas, pero pude terminarla en 2 horas y 51 minutos; en el caso de Mercedes que también debutaba corriendo lejos del asfalto hizo el minitrail de 18 kilómetrrtos y fue la que más partido sacó a la experiencia disfrutando un montón de la naturaleza sufriendo lo justo y para colmo haciendo podium. Como decía: nos lo pasamos tan bien allí y acabamos tan contentos con la organización que ayer recordando aquello busqué el link del instituto de secundaria que se encarga del evento para comprobar que estaban en pleno proceso de inscripción de su tercera edición. Pensé: "si Merche hace conmigo la larga de 32 kilómetros le puede venir muy bien para su preparación para Helsinki", así que la llamé y se lo comenté.., el resto ha ido rápido porque ya hemos reservado alojamiento (los críos no vendrán en esta ocasión) y ahora falta la inscripción en la prueba. Es aquí donde tengo mis dudas porque en esta edición el minitrail y el trail no salen el mismo día, sino que el minitrail tiene lugar a las 22:00 horas del día 1 de mayo (como novedad es nocturno) y se tomará la salida del trail a las 09:00 horas del día 2. El precio de la inscripción es de 20 euros en cada una de las pruebas pero si te inscribes a las dos (prueba combinada) sólo tienes que pagar 25 euros por el servicio doble. Y digo yo...¿por qué no hacer las dos cosas?: el viernes por la noche me machaco hasta sangrar y unas horas después salgo con Mercedes y seguro que nos lo podemos tomar de forma relajada. Por tanto se trataría de hacer 50 kilómetros de montaña en el lapso de unas pocas horas (nada que no haya hecho antes, como ocurrió en la Quijote Legend cuando fueron justamente 50 kilómetros de un tirón y con unos 2500 metros de desnivel positivo), o sin ser tan larga, la Camins de Cabres, de 42 kilómetros pero nocturna y con un terrible desnivel.

Este es el link y también pego el cartel de la prueba: http://afdalqazeres.blogspot.com.es/




Que sea lo que tenga que ser.