Tales eran mis dudas sobre mi estado físico que el sábado decidí hacer una tirada larga de 24 kilómetros, la más larga de todo el plan. Tenía que probar la pierna para tener algo de seguridad para atreverme a correr. La verdad es que en los primeros 15 kilómetros no tuve grandes problemas para correr, eso sí, aún ritmo lento. La pierna me dejó avanzar. Sin embargo, como me ha mirado un tuerto o me han echado un mal de ojo, cuando me quedaban 8,5 kilómetros me llegó sin previo aviso un horrible dolor en la planta del pie izquierdo en forma de quemazón y agarrotamiento. Tal fue su intensidad que tuve que parar. A los pocos segundos reanudé la marcha, y el dolor remitió un poco, pero la molestia ya no me abandono el resto del entreno. Para colmo, en los últimos cuatro kilómetros, sentí rigidez en la zona temida de mi pierna. Finalmente completé el entreno en casi 2 horas y cinco minutos y por suerte sin lesiones.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
lunes, 2 de diciembre de 2013
SÁBADO 30: TIRADA LARGA A LA AVENTURA
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
23:27
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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