El martes por la noche me puse el mp3, me abrigué bien y comencé el circuito de la circuvalación. Iba bastante suelto y eso era de agradecer. Además se trataba de llevar un ritmo alegre y así estaba yendo. Al llegar a la Avenida del Sur volví por ella para atravesar toda la población sentido norte y justo en la calle principal (Calle Seis de Junio), tropecé con el acerado y di con mis huesos en el suelo. La gente de alrededor se interesó por mi pero enseguida me incorporé y seguí mi marcha. Invertí un tiempo total de cuarenta y cuatro minutos y a día de hoy (jueves), todavía siento la caida en mi rodilla, la cadera y el muslo, pero nada grave.
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